Con cada defunción de una versión del sistema operativo Windows surgen las campañas para sustituirlo por GNU/Linux, una situación que apunta a consolidarse como todo un clásico, si bien por lo menos hay un gobierno con intención real de dar el salto.
Aprovechando el clásico “pásate a Linux”, procedente de una feria nos hacemos de la siguiente propuesta: Windows 12 Lite. No, no se trata de la próxima versión del sistema operativo de Microsoft, sino de un Linux Lite con XFCE disfrazado de Windows 10. Ahí es nada.
Los desarrolladores de Windows 12 Lite prometen que su sistema operativo no pecará de uno de los grandes fallos de Windows 10, las constantes roturas tras actualizar, que derivan de un entorno de pruebas claramente deficiente y que en al menos una ocasión forzaron a la compañía a tener que retirar una actualización para evitar males mayores. Aparte de eso, los encargados de Windows 12 Lite también dicen que su sistema es inmune a los virus y al ransomware, una afirmación que no es cierta en sí misma, pero de momento la cantidad de malware contra GNU/Linux es lo suficientemente baja como para prescindir del antimalware en los ordenadores domésticos.
Otras características de este peculiar sistema GNU/Linux son, según sus desarrolladores, el hecho de que sea tres veces más rápido que Windows 10, el servir un total de más 80.000 aplicaciones entre las preinstaladas y las suministradas desde los repositorios, acceso a Steam y al polémico driver de NVIDIA y el no requerir de licencias ni claves de activación para utilizarlo. ¿Hay más? Pues sí, tampoco te espía, y es que la privacidad es otro de los puntos cuestionados del último sistema operativo de Microsoft. Por último, el hecho de basarse en Linux Lite tendría que permitirle nutrirse de al menos buena parte del soporte de terceros disponible para Ubuntu.
Más allá de parecerse estéticamente a Windows 10 y exponerse a una posible demanda por violación de propiedad intelectual, Windows 12 Lite no deja de ser una propuesta que se aprovecha del fin de ciclo de Windows 7. Viendo la excesiva fragmentación dentro del panorama GNU/Linux, los usuarios finales que quieran tener buen soporte harían mejor en apostar por Linux Mint o Kubuntu, y si tienen cerca a algún conocido con conocimientos, pedirle que prepare un Debian Stable con backports y el software imprescindible también puede ser una excelente solución para un escritorio básico.
Fuente: Muylinux