El Equipo del Kernel de Canonical, CKT en sus siglas en inglés, ha anunciado una nueva política de selección de versiones de Linux con la que pretenden suministrar los lanzamientos más recientes del kernel a través de Ubuntu.
Lo primero que explica el CKT es que los encargados del kernel manejan una fecha de publicación fluida con el fin de ajustarla a los problemas que pudieran surgir en el desarrollo, si bien el actual calendario hace que tengamos una nueva versión de Linux cada dos o tres meses. Por su parte, Ubuntu maneja como distribución un calendario fijo, con un lanzamiento cada seis meses que solo se retrasa en circunstancias extremas.
Debido a que los lanzamientos del Linux y de Ubuntu no están alineados, se puede dar el caso de que una versión del kernel sea publicada en unas fechas similares al de un nuevo lanzamiento de la distribución o que la versión de Linux sea publicada después del lanzamiento de Ubuntu debido a que fue retrasada. Por otro lado está la política del propio CKT, que ha estimado en un mes el tiempo requerido entre la nueva versión de Linux y el kernel asociado a Ubuntu para que sea considerado lo suficientemente estable para su publicación en los repositorios.
Lo planteado por el CKT puede ser un problema cuando una nueva versión de Linux es lanzada solo cuatro semanas antes de una nueva publicación de Ubuntu o una semanas después de la fecha programada para el sistema operativo. Para ilustrar la situación con un ejemplo, el equipo ha publicado un gráfico en el que se ve que el lanzamiento de Ubuntu 24.10 casi coincide con el de Linux 6.11.
El CKT reconoce que la situación que se le plantea es un dilema, ya que, con su esquema actual, debería incluir en Ubuntu 24.10 un kernel que ya tiene entre dos y tres meses en lugar del último, cuyo lanzamiento en caso de cumplirse la fecha se produciría poco antes de la publicación del sistema. Esto plantea si es mejor incluir un kernel que tiene dos o tres meses o si acortar el proceso de clarificación para llegar a la fecha de lanzamiento, con la posibilidad de que la segunda opción derive en un producto que proporciona menos confianza, o si ajustar la fecha de lanzamiento de Ubuntu.
Sobre la política en torno a la introducción de un kernel reciente en Ubuntu, el CKT ha explicado lo siguiente: “La forma en que CKT ha elegido históricamente una versión upstream del kernel de Linux fue con un enfoque conservador de ‘esperar y ver’. Dada la ventana de estabilización de un mes requerida, una versión upstream del kernel que se lanzará casi con seguridad sería la selección tentativa, con un posible salto de último minuto a una versión más reciente en caso de que se lance en un plazo viable. Este enfoque garantizaría la estabilidad en el día de lanzamiento designado, pero estaba resultando impopular entre los consumidores que buscaban adoptar las últimas características y soporte de hardware, así como entre los proveedores de silicio que buscaban un compromiso de versión más firme para alinear su soporte de Ubuntu.”
“La intención detrás de esta publicación es describir una nueva política que el CKT está adoptando con respecto a la selección de la versión del kernel para una próxima versión de Ubuntu. Para brindar a los usuarios lo último en características y soporte de hardware, Ubuntu ahora suministrará la última versión disponible del kernel de Linux upstream en la fecha de congelación de lanzamiento especificada de Ubuntu, incluso si el upstream aún se encuentra en estado de Lanzamiento Candidato (RC)”.
De entre los términos recurrentes mencionados por el CKT, está el lanzamiento apretado (Tight Release), que consiste en “cuando un kernel upstream está en las candidatas de lanzamiento de la 4 a la 6 dentro de la congelación de características (Feature Freeze). La suposición aquí es que el kernel upstream está lo suficientemente avanzado como para que el equipo del kernel tenga gran confianza en que se lanzará antes de la beta congelada de Ubuntu. Sin embargo, la versión upstream del kernel estará tan cerca de la versión de Ubuntu que necesitará un período limitado para realizar pruebas, solucionar problemas e integrar componentes dependientes”.
Otro término a destacar es el lanzamiento inestable: “Cuando un kernel upstream todavía está en la ventana de fusión abierta o en candidata de lanzamiento de la 1 a la 3 dentro la congelación de características, esto se conocerá como versión inestable. En esta situación, el CKT confía en que el kernel upstream todavía estará en un estado RC en la beta congelada de Ubuntu, donde la versión del kernel está congelada y, por lo tanto, no se puede esperar una estabilidad completa o incluso soporte completo de componentes dependientes”.
Obviamente, la situación no solo consiste en meter la última versión del kernel o confiar en una candidata de lanzamiento que está en una fase avanzada, ya que hay componentes como el driver de NVIDIA y el soporte de ZFS que tienen que ser tenidos en cuenta. Esto introduce bastante complejidad en lo que respecta a tomar la decisión de introducir un kernel más reciente en Ubuntu con el fin de ofrecer un mejor soporte para aquellos que usan un hardware reciente.
En lo que respecta a los lanzamientos LTS de Ubuntu, Livepatch seguirá funcionando como de costumbre para los kernels liberados; no existirá ningún kernel puente, una opción para los usuarios que desean actualizar a la versión pendiente pero que requieren de componentes dependientes que aún no están estabilizados, por lo que todas las actualizaciones estarán deshabilitadas hasta la estabilización; además de que se proporcionará un kernel estabilizado para la primera versión de mantenimiento. Dicho con otras palabras, parece que la política será algo más conservadora con los lanzamiento LTS de Ubuntu, cosa normal si tenemos en cuenta el perfil del producto.
El CKT reconoce que con esta nueva política puede ser más agresivo a la hora de proporcionar una nueva versión del kernel. Sin embargo, avisa que por ahora solo puede anunciar lo que hará en la próxima versión de Ubuntu, o sea, la 24.10, que por ahora apunta a incorporar Linux 6.11. De cumplirse los plazos mostrados en los gráficos, el kernel ya debería estar en fase estable para el día de lanzamiento del sistema operativo.
Fuente: Muy Linux.