¿Tiene ChromeOS Flex los días contados? Esa es la pregunta que uno se hace después de leer una entrada publicada en ZDNet en la que se especula que Google podría descontinuar el sistema operativo. La historia tiene un aparente sustento tecnológico, pero no es menos cierto que también desprende cierto tufo al siempre nefasto “adoptar, extender y extinguir”.
Recordando los procedentes, ChromeOS Flex nació después de que Neverware, una empresa que se encargaba del desarrollo de un derivado de ChromiumOS llamado CloudReady, fuera adquirida por Google. CloudReady era un sistema operativo dirigido principalmente a equipos x86 modestos y/o antiguos gracias a su bajo uso de recursos y que fue convertido en ChromeOS Flex después de que Google ejecutara la operación de compra sobre Neverware.
En resumidas cuentas, ChromeOS Flex intenta cubrir un segmento que el escritorio GNU/Linux abarca desde siempre con el fin de luchar contra la obsolescencia programada, esa política de desgaste artificial de los productos que nunca ha agradado a muchos círculos ligados al software libre.
Sobre la posible descontinuación de ChromeOS Flex, en ZDNet explican que este sistema operativo está atado a x86 y que carece de soporte para ejecutar aplicaciones de Android. Esto choca con las implementaciones de la rama estándar de ChromeOS que se ejecutan en dispositivos ARM y x86, si bien para la segunda se necesita emulación de arquitectura.
Aunque la ejecución de aplicaciones de Android sobre ChromeOS no es ni mucho menos algo nuevo, es una cosa que Google quiere potenciar en el futuro junto a la inteligencia artificial, esa tecnología que se ha puesto tan de moda en los últimos tiempos y que empieza a estar presente en todas partes.
Google está trabajando para implementar dependencias y frameworks de Android en ChromeOS que no estarían llegando a ChromeOS Flex. Esto dejaría a este último en una situación aparentemente complicada debido a que no se ajustaría a la política tecnológica de la compañía. Por otro lado, el uso de la inteligencia artificial apunta a realizarse principalmente mediante una Unidad de Procesamiento Neuronal (NPU), un componente que no está presente en la inmensa mayoría de los ordenadores que están en los hogares.
En ZDNet exponen que la posible salvación de ChromeOS Flex, si es que Google realmente quiere ponerle fin, pasa por la adopción por parte de la compañía de Android-x86, el proyecto comunitario que se dedica a portar el conocido sistema operativo móvil a los PC con procesadores de Intel y AMD. Sin embargo, Android-x86 es incapaz de seguir el ritmo de Android Open Source Project (AOSP) desde hace tiempo, así que lo más probable es que no sea capaz de cubrir las demandas tecnológicas actuales.
Es importante tener en cuenta que esto tiene pinta de ser sobre todo una elucubración del redactor de ZDNet, pero si el soporte para las aplicaciones de Android no llega y viendo los planes de Google en torno a ChromeOS, pensar en la descontinuación de ChromeOS Flex no es algo descabellado. Por otro lado y viendo que al final todo se basa en ChromiumOS, esta presunta situación da la sensación de que la compra de Neverware ha sido al final una operación de “adoptar, extender y extinguir”.
Fuente: Muy Linux.